INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL SIGLO 21

EL ÉXITO EN UNA CARRERA PROFESIONAL NO DEPENDE SOLAMENTE DE LOS CONOCIMIENTOS TÉCNICOS, ES NECESARIO TENER EQUILIBRIO EMOCIONAL

En el mundo corporativo moderno, la habilidad intelectual y técnica ya no es un criterio absoluto a la hora de contratar o promover un funcionario. No basta con tener una buena formación, un currículo extenso o mostrar un profundo conocimiento de la profesión. La inteligencia emocional está en alza en las empresas.

Cada vez más empresarios y gestores ven en las características del comportamiento y de relación, atributos indispensables a un buen profesional. Pero qué es inteligencia emocional y de qué manera este factor es evaluado por las empresas?

Según el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, considerado el responsable de popularizar el concepto en todo el mundo, la inteligencia emocional es la "capacidad de identificar nuestros propios sentimientos y los de otros, de motivarnos y de gestionar bien las emociones dentro de nosotros y en nuestras relaciones". Goleman apunta esta habilidad como la mayor responsable del éxito o fracaso. Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional son más hábiles para percibir, administrar y compartir las emociones. En el ambiente de trabajo, esto influye en el rendimiento de los empleados y de la empresa.

BALANCE

Evaluar la inteligencia emocional de funcionarios y candidatos es una práctica continua en algunas empresas, "Muchas adoptan ese concepto en los procesos de selección, con excelentes resultados, pues los profesionales escogidos son aptos para tomar decisiones más acertadas", destaca. "Generalmente, se realizan simulaciones. Administrar conflictos es una de las competencias que más exigen el uso de la habilidad emocional." La Administradora María de Fátima dice que esa preocupación tiene reflejos directos en el desempeño de las empresas. "Los bajos niveles de inteligencia emocional en el trabajo acarrean costos como menor productividad, pérdidas de plazo, errores y accidentes, éxodo de funcionarios, entre otros. Cuando las personas son emocionalmente desequilibradas, las personas no tienen iniciativa, no se organizan, no acompañan, no son respetadas por sus subordinados, no aprenden ni toman decisiones con claridad.

Según expertos y estudiosos del tema, la inteligencia emocional puede ser resumida básicamente en cinco factores:

• CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO

La capacidad de tener una conciencia realista de sí, de sus puntos fuertes y sus limitaciones;

• AUTORREGULACIÓN

Que es la habilidad de lidiar con los sentimientos propios, adecuándolos a la situación. No quedar quitando los problemas ni entrar en pánico;

• AUTOMOTIVACIÓN

La habilidad esencial para que una persona se mantenga determinada, tenga iniciativa, quedarse siempre en el control de la situación y usar la creatividad en la búsqueda de soluciones;

• EMPATÍA

Capacidad de colocarse en el lugar del otro, de reconocer sus necesidades y deseos y de identificar sentimientos y emociones en otras personas;

• HABILIDAD DE RELACIÓN

De escuchar y hacerse oír y de interactuar de manera armónica y productiva.        

Estas habilidades son fundamentales para liderar, negociar y solucionar divergencias, para la cooperación y para el trabajo en equipo.

Traducida de RBA, edición 117 - CFA Brasil.